El segundo evento importante de estos días es el 7 de
diciembre que es el cumpleaños de Gema, un cumpleaños que siempre tiene puente
al estar entre dos días festivos: el 6 de diciembre (Día de la Constitución
Española) y el 8 de diciembre (Día de la Inmaculada Concepción).
Esto es una ventaja para ella porque siempre puede celebrar su día al ser
puente pero también es un inconveniente porque al tener el aniversario de bodas
tan cercano, las Navidades y los Reyes Magos se suelen reducir los regalos.
Ni que decir tiene que la Navidad y la festividad de los Reyes Magos hacen
que el mes de diciembre unas fechas entrañables para pasarlas con familiares y
amigos. Las cenas de empresas y de amigos también copan buena parte del mes.
La parte negativa o de tristeza que estoy experimentando
este año es por el fallecimiento de un buen amigo, de Juan Rodríguez Gordillo,
una persona de 58 años de edad que he conocido a finales de septiembre o
comienzos de octubre aproximadamente y que se acercó al Centro Guadalinfo de
Pizarra para hacerme unas preguntas sobre el municipio ya que hacía poco tiempo
que se había mudado a vivir aquí. Desde ese día mantuvimos el contacto y raro
era la semana que no nos viésemos en persona o mantuviésemos alguna conversación
por Facebook, MSM o WhatsApp. Juan era una gran persona que se hacía querer,
amable y servicial, le gustaban mucho los niños y con mi familia tenía donde
entretenerse, estaba prejubilado por un problema de salud que tuvo y tenía todo
el tiempo del mundo que compaginaba con el voluntariado en la
Cruz Roja y en Cáritas. La política era una
de sus grandes pasiones, socialista y fue concejal del primero Ayuntamiento
democrático de Sevilla. Con él compartía, además del mismo color político, el
voluntariado por ayudar a los demás, la afición a la lectura, al campo rural y
al medio ambiente, etc. y un sinfín de más cosas que hemos ido descubriendo los
días que quedábamos a tomar café, un vino o simplemente charlar. También
empezamos a idear proyectos y actividades en común, todo de forma espontánea y
natural. Un día nos comentó que se marchaba a pasar unos días a Galicia con
unos amigos, un viaje de ocio y a la vez de negocio porque se dedicaba a la
exportación de frutas y verduras fuera de España. Pues bien, se marchó un
martes 27 de noviembre con la idea de volver el lunes 3 de diciembre. El martes
volaba a primera hora de la mañana desde Málaga a Barcelona, allí tenía
previsto pasar el día con unos amigos y volar por la tarde hacia Santiago de
Compostela pero la vuelta la hacía directa desde Santiago a Málaga, pero esta
vuelta nunca llegó a suceder. El martes me llamó a media mañana y me dijo que
el vuelo había ido bien y que ya estaba en Barcelona, esa fue la última vez que
hablé con él porque esa noche no lo llamé ya que no sabía a qué hora aterrizaba
en tierras gallegas y no quería molestarlo pero cuando lo hice al día siguiente
el móvil hacía llamada pero no lo cogía nadie, lo intenté con un mensaje por
WhatsApp pero no obtenía respuesta, ni siquiera me marcaba que lo había
recibido. Pues esta era la respuesta que obtenía en días sucesivos hasta que
llegó el lunes 3 de diciembre, fecha en la que debería de haber vuelto. Cuando
llegó el martes por la mañana Gema se acercó a su casa para ver cómo estaba o
si había regresado ya que ella comenzaba a sospechar algo y fue cuando se
encontró a la dueña de la vivienda limpiando y le comentó que Juan había
fallecido en Galicia víctima de un infarto. Gema me llamó al trabajo y no daba
crédito a lo que me contaba, miré en su perfil de Facebook y pude comprobar
como un amigo de Juan le escribía el miércoles 28 de noviembre sobre las 15
horas dando el pésame a la familia.
A pesar el poco tiempo que hace que conocemos a Juan nos ha
dejado un gran vacío porque prácticamente todos los días o días alternos estábamos
en contacto, nos intercambiamos libros, teníamos pendiente un viaje a Sevilla
que íbamos a realizar en el puente de la Constitución para
presentarnos a su familia de Sevilla, íbamos a ver mi parcela del campo para
ver si podíamos sembrar vid, íbamos a hacer unos cursos de cata de vinos, estábamos
ideando proyectos para el bienestar del municipio, etc. Lo peor de todo es que
se marchó para hacer un viaje de ocio y no ha vuelto por lo que no hemos podido
despedirnos de él, tampoco sabemos la fecha y la causa exacta de su muerte
porque no conocemos a su familia ni a ninguno de sus amigos, los conocemos de
lo que él nos contaba pero nunca los habíamos visto. En estos momentos estoy
tratando de contactar con la familia para darles el pésame y también para esclarecer
todas estas dudas que tengo. Mientras tanto sólo me queda una cosa, desearle
que descanse en paz.